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LLUVIA ÁCIDA: ELECTRÓNICA NATURALISTA DESDE EL FRÍO PERPETUO

30 de enero de 2011

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Que el electro y el pop/rock latinoamericanos han sido un desierto de Gobi en la primera década del nuevo siglo es una verdad que todos adivinan, pero que nadie se atreve a poner por escrito. Comparados con la empeñosa, variopinta y a veces verdaderamente sorprendente fauna noventera que tuvo acceso al mainstream; los exponentes mediáticos del período 00-09 no han llegado a ser ni realmente buenos ni masivos, ni mucho menos ambas cosas (a tiro de piedra de lograrlo se quedó Entre Ríos, lástima). Superado el año 2000, el pulso del subsiguiente decenio lo marcaron los grupos caletas: es decir, los desconocidos, los independientes, los marginados por una MTV vomitiva hasta la aniquilación, que todo lo que hace es propalar a los ahora decadentes Molotov (puaj) y a Belanova (doble puaj) -o peor aún, al mierdoso metal fashion de Moderatto (‘n’ puaj).

El pulso de ese decenio, digo, ha quedado codificado en las bandas caletas: aquellas  que  tienen   hinchadas fuertes  pero  no  multitudinarias,   aquellas   que -habiendo nacido en los 90s- se consolidaron después de trasponer el umbral del milenio. Aquellas que, en fin, siendo muy cumplidoras en lo suyo, no llegaron a masificarse como Maldita Vecindad Y Los Hijos Del Quinto Patio o Babasónicos: Huecocielo (Argentina), Sur Carabela (Venezuela), Latinsizer (México) o Congelador (Chile). Justamente, este último es coterráneo del dueto que protagoniza la presente nota.

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A Lluvia Ácida se le escuchó bajo estos cielos en los noventas gracias tanto a la espeluznante compilación Infamia (Una Recopilación De Música Electrónica E Industrial)  (Grabaciones Infames)  como al  split Maquinaciones  (Harijan Records) -editados ambos en 1997, pequeños hits underground que gozaron de buena difusión en sus días. De allí en más se les perdió la pista, pero la dupla no tiró la toalla. Au contraire, los mapochos han evolucionado en una extensa trayectoria que les ha convertido en un referente no sólo para los grupos electrónicos de su natal Punta Arenas, al sur de Chile (“esta suerte de fin de mundo”, dirían los Arteknnia), sino para sus pares de toda la región.

Gracias al correo electrónico, pero sobre todo a la buena vibra de Rafael Cheuquelaf y Héctor Aguilar, se ha concertado/concretado esta extensa entrevista, concedida en exclusiva a un medio peruano -con el plus de colocar por vez primera en Internet para libre descarga el Elemental (1996-2006) (Eolo, 2006), recopilación ácida que conmemora diez años de lanzamientos discográficos. Sin más vueltas, con ustedes Lluvia Ácida.

EL HEXÁGONO CARMESÍ: En este 2011, Lluvia Ácida cumple 15 años de producción discográfica y 16 de formado. ¿Cuáles sienten que han sido los cambios más importantes que ustedes, como binomio y como personas, han experimentado desde que comenzaron -allá por 1995- hasta hoy?
Lluvia Acida-25HÉCTOR AGUILAR: Oficialmente, Lluvia Ácida se formó hace 19 años, y desde hace 15 años tiene la alineación actual. Con el tiempo, hemos forjado una amistad sólida con Rafael, que va más allá de la música y que involucra el haber aprendido a maravillarnos con nuestra tierra, con su geografía y su historia. Con Rafael, hace ya 5 lustros emprendimos un viaje de conocimiento y experimentación del cual fuimos nuestros propios guías. Debido a nuestro aislamiento, tuvimos que desarrollar nuestras propias fórmulas, imaginándonos con medios muy precarios cómo se creaba la música que nos apasionaba y apasiona. Nos hemos dado cuenta de que podemos abordar con mucha humildad cualquier género en la electrónica bajo nuestra óptica. Por mi parte, en estos 15 años he cumplido varias etapas de esta vida y aún tengo deseo de aventuras.
EHC: Héctor, ¿qué recuerdos guardas de Infidel, la banda de trash/grind/death con la que incursionaste en la música a principios de los 90s?
HA: Fueron momentos de mucha energía y hermandad. Fue una afortunada confluencia de la cual nacieron muchos talentos que hoy tienen en la música su forma de vida y que crearon, luego de disolverse Infidel, formaciones pilares de la música underground magallánica (Vástago, Hielo Negro, Lluvia Ácida...).
EHC: En estado larval, Lluvia Ácida era una entidad formada por Héctor y Francisco Barrías, quienes manipulaban un sonido más aleatorio/casero que ortodoxo, muy minimal y sucio pero también amenazante. ¿Fue el paso del metal a la electrónica lo que determinó esas primeras escaramuzas? ¿O hubo alguna influencia en particular?
HA: Fue a través del movimiento de “zine/tape trading” de principios de los noventas que me enteré de 7 Minutes Of Nausea y me maravilló esa poderosa pared de ruido con contenido social que descerrajaba odiosidad. Comenzamos con Francisco a emular ese sonido por medios eléctricos y electrónicos, aunque yo ya escuchaba a Kraftwerk y Depeche Mode.

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EHC: Rafael, empezaste también en los 90s con Mantiza, banda de formato pop. Háblanos de esos ahora desvanecidos días.
RAFAEL CHEUQUELAF: Bueno, era una época diferente, en el sentido de que, si bien existía una precariedad material para hacer y grabar música, también había un entusiasmo genuino por hacer algo nuevo en una ciudad en que todos tocaban covers. Yo había comenzado a hacer música en 1991 con un amigo llamado Nelson Miranda, en un dúo acústico llamado Los Caminantes, que después transformamos en un cuarteto llamado Los Anónimos. Pero con Mantiza, liderado por Cristian Ponce, integré por primera vez un proyecto de propuesta propia, tanto en lo musical como en lo temático y gráfico; que apuntaba hacia el pop-rock de tintes dark. Mantiza se transformó en quinteto y grabó en 1995 el primer disco de rock magallánico concebido en una forma profesional, bien editado y con una promoción en serio, con tocadas que atrajeron público y grabación de videoclips. Pero en esa época yo me sentía algo asfixiado por el molde tradicional del rock y me parecía más interesante lo que ya estábamos haciendo con Lluvia Ácida. Igual grabé en los dos siguientes discos de Mantiza y dejé mi huella en un grupo que duró hasta el 2005 y que hoy es parte de la historia de la música magallánica.
EHC: Cuando Rafael ingresa a Lluvia Ácida, sustituyendo a Francisco, el input sónico sufre una transformación que lo lleva de la experimentación distorsionada a un híbrido a medio camino entre el EBM y la música industrial. ¿Este paso fue una decisión unánime?
HA: No recuerdo haber discutido con Rafael sobre qué sonido queríamos desarrollar, sólo comenzamos a crear y supongo que por consecuencia de la música que nos apasionaba emergió ese sonido.

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EHC: ¿Qué grupos EBM e industriales reivindican? ¿Y de los demás subgéneros electrónicos clásicos? ¿Qué piensan de Kraftwerk, Depeche Mode, Plastikman o El Aviador Dro Y Sus Obreros Especializados?
HA: Front 242, Skinny Puppy, Front Line Assembly, Cabaret Voltaire, Throbbing Gristle, Esplendor Geométrico, Laibach, Einstürzende Neubauten, The Future Sound Of London, DJ Shadow, Test Department, PanSonic, Portishead, Massive Attack. Kraftwerk (¡maestros!) y Depeche Mode componen el soundtrack de mi juventud. El Aviador Dro... sólo como referente.
RC: Los grupos cuya música escuchamos entre los dos fueron Kraftwerk, Front 242 y Depeche Mode, tres bandas importantísimas dentro de la electrónica: una por crear el techno, otra por endurecerlo y hacerlo bailable, y la última por aplicar ese sonido al formato de canción popular. Ahí está la matriz de nuestro sonido. Los demás los descubrimos después, como Laibach, Front Line Assembly, Skinny Puppy, entre otros.
EHC: En las imágenes de la rodaja documental del Elemental (1996-2006), se alcanza a ver sendos posters de Matrix y The X Files. ¿Qué ciencia ficción consideran más interesante: la utópica o la distópica?
HA: Gusto de las dos visiones... ¡aunque en estos momentos esté pasando por una etapa más pesimista y apocalíptica, jajaja!
Lluvia Acida-19RC: ¡La distópica! Sentir temor por el futuro es más emocionante e inspirador. Y no deja de ser llamativo que ese sentimiento sea mejor expresado mediante la sonoridad de las máquinas que con instrumentos tradicionales. Pero si lo pensamos bien, el presente ya superó hace rato a la sci fi clásica. Nos conectamos a diario con gente que jamás has conocido en tu vida, la alta tecnología convive con la más espantosa miseria, hablamos de virus informáticos como “formas de vida” reales, nuestras relaciones e imágenes públicas, nuestro dinero, son más “virtuales” que “reales”. El mismo sentido de lo “real” se ha trastocado. Los músicos pueden hacer dos cosas: evadir esta realidad, fingiendo que están en una época como “los fabulosos 60s” o “los alocados 70s”, o simplemente enfrentar esta era, con todo lo que conlleva. Nosotros lo hacemos con un pie en el pasado de nuestro territorio y otro en el nebuloso futuro globalizado.
EHC: Hasta hoy, “Sol Verde” parece seguir siendo una de las composiciones del primer LLA que más satisfacciones les ha deparado. A la vez, dicha canción establece una evidente conexión con la ciencia ficción más inquietante. Aparte de su admiración por el film Soylent Green, que es la que les impulsa a grabar “Sol Verde”, ¿qué otras películas sci fi estiman imprescindibles?
HA: Metropolis, 2001: A Space Odyssey, Blade Runner, Star Wars, Alien, The Day Earth Stood Still, I Am Legend, Fahrenheit 451, The Thing (la de John Carpenter), War Of The Worlds, Duna, THX 1138, Close Encounters Of The Third Kind, Terminator, Planet Of The Apes y muchas otras más.
RC: Soylent Green fue tal vez la primera película que vimos juntos. En 1995 la arrendamos en un video club hoy desaparecido, en una vieja cinta VHS. Lo que vimos cambió, en varios sentidos, el rumbo de nuestras existencias. Porque encendió el deseo de expresar las mismas inquietudes mediante la música. Fue el detonante de un proceso que aún hoy, 15 años después, sigue en plena marcha.


EHC: He podido ver Soylent Green, pero tiendo a asociar “Sol Verde” más a un cuento como el sórdido “ ‘Corre, Corre, Corre’ Dijo El Pájaro”, de Sonya Dorman. En el terreno literario, ¿a qué autores de ciencia ficción consagran? ¿Dick, Asimov, Ellison?
HA: ¡A los tres!
Lluvia Acida-09RC: A mí me gustan Philip K. Dick, Bryan Aldiss, Theodore Sturgeon (¡maestro!), William Gibson, entre otros. De nuestros compatriotas, imposible dejar fuera a Hugo Correa, escritor que en los 70s publicó un libro distópico llamado Los Altísimos y que a nosotros nos inspiró el tema “Los Títeres” (incluido en el primer disco, Simulación, de 1996). Y recientemente hemos trabajado con dos escritores actuales, Sergio Amira (con quien produjimos el disco Audioficciones, de 2007) y Jorge Baradit (con quien co-produjimos el compilado Synco Soundtrack: Hasta La Victoria Siempre -Pueblo Nuevo, 2009-). Siempre nos hemos sentido cercanos a la estética sci fi y creo que somos de los pocos músicos chilenos que se han inspirado de verdad en ella.
EHC: ¿Y escritores de otros campos? Fuera de la ciencia ficción, ¿qué otros gustos tienen?
HA: La literatura de terror. Lovecraft, Poe, Dunsany, Machen, Bierce, Derleth, Bram Stoker, Bloch. También disfruto de la literatura de aventuras... Francisco Coloane y Jack London.

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RC: El que más nos influenció fue H.P. Lovecraft, cuyos libros compartimos apenan nos hicimos amigos. De hecho, en Simulación hay dos temas dedicados a su obra, “Hypnos” y “Marginalia”. Yo creo que aún hay reminiscencias de ello en nuestra música, pues tenemos una fascinación hacia ciertos aspectos siniestros de la Patagonia y los antiguos mitos de sus pueblos originarios. También hay que citar a Francisco Coloane, “el Jack London del Sur” como lo apodaron, pues su escritura reveló al mundo la belleza agreste de estos lugares y la vida que llevan muchos hombres solitarios que por aquí trabajan.
EHC: ¿Cómo así se produce el diálogo con los músicos filo-industriales peruanos? ¿Qué los impulsa a colaborar en el k-set colectivo Infamia (Una Recopilación De Música Electrónica E Industrial) y a editar el split Maquinaciones con Insumisión?
HA: Supe de la primigenia escena peruana por medio del “tape trading”, a través de Miguel Tipacti y Leonardo Bacteria. Lo que nos impulsó a colaborar fue la necesidad de mostrar y crecer.


EHC: ¿Es Harijan Records una escudería magallánica? ¿Sigue funcionando hasta hoy? ¿Cuántas placas de Lluvia Ácida lanzó?
RC: Lluvia Ácida lanzó por medio de Harijan Records cuatro trabajos: los cassettes Simulación (1996), Maquinaciones (1997) y Efectos Secundarios (1999), y el CD compilatorio Recolonización (1996-1999) (2000). Harijan Records dejó de funcionar el 2004 con el último disco de Mantiza, pero nosotros ya no éramos parte de ese conglomerado a raíz de un conflicto en 2001. Ese mismo año ya habíamos formado Eolo, publicando trabajos nuestros y de algunos amigos. Y a partir de 2007 publicamos en co-producción con la netlabel Pueblo Nuevo y ocasionalmente con otras netlabels.

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EHC: Este período “techno” del tándem coincide con el surgimiento de una interesante movida chilena marcada por la electrónica de vieja escuela. Anteriormente, sólo se sabía de la existencia de Electrodomésticos, y posteriormente la cara más “mediática” fue la de Plan V. ¿Hubo cercanía con 2CV6, El Hombre De La Atlántida, Shogun o Miradas Ψ Doncellas?
HA: Poquísima, aunque con el tiempo hemos llegado a ser amigos de varios de ellos.
RC: La verdad es que no tuvimos relaciones directas con los músicos que nos mencionas, en esa época aún éramos unos desconocidos para el medio santiaguino. A nosotros esa música nos llegó con retraso, ya que no era bien distribuida hacia el resto del país y no existía el MP3. Pero sucedió que años después conocimos a varios músicos ligados a esas bandas, como Alejandro Albornoz (ex integrante de Arteknnia) y Francisco Pinto (ex integrante de 2CV6 y El Hombre Nuclear -trío del que se desgajó El Hombre De La Atlántida-), e incluso hemos compartido escenario con ellos. Y desde hace poco tiempo atrás hemos entablado un contacto muy cordial con Silvio Paredes (ex integrante de Electrodomésticos). Así que en realidad no sentimos que nos hayamos perdido algo, simplemente no estábamos llamados a ser parte de esa generación de músicos.

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EHC: En 1998, se dejaron escuchar por aquí varias pistas de Nébula, identidad paralela de Cheuquelaf. Rafael, ¿en alguno de tus trabajos oficiales como Nébula -Formador (1998), Cielos Grises (1999), Monocromías (2001)- se rescatan estos temas primerizos? ¿Cómo describirías el sonido de este proyecto?
RC: Los discos que mencionas fueron algo muy marginal si lo comparamos con lo que he hecho con Lluvia Ácida. Y la verdad es que su estilo dista mucho de mis primeras grabaciones en solitario, que son las que citas, más agresivas en sus timbres y ritmos. Los tres discos de Nébula fueron hechos sin grandes expectativas y explotaban una melancolía que de verdad ya no siento.
EHC: La orientación EBM/industrial prima hasta Magallania (2001), pero no es descartada del todo, puesto que en tracks como “Transpatagonia” (del Hotel Kosmos, 2004) o “Austro Mutatis” (del Bio, 2002) aún encontramos guiños. Recolonización (1996-1999), en ese sentido, es una antología tempranera de surcos del Simulación (1996), del Maquinaciones, del Efectos Secundarios (1998) e inéditos varios. ¿Responde más al deseo de tener un muestrario digital de esos primeros capítulos que a la clausura de una etapa?
HA: Nunca cerramos etapas, es más, nos gusta el ejercicio de retomar ideas y volver a desarrollarlas con mejores equipamientos. Nos alimentamos con nuestro propio feedback y también amamos el ejercicio de remixearnos y samplearnos.
RC: Visto a la distancia, pareciera que hemos estado cerrando etapas, pero la verdad es que para nosotros hacer música ha sido un proceso continuo.


EHC: A partir del Magallania, es más que notoria su intención de incorporar el legado urbano-rural y tradicional de la provincia en la que viven. No es coincidencia, además, que fuera ése su primer CD editado en sello propio. ¿A qué se debe este acercamiento a sus raíces vitales?
HA: Al hecho de buscar una identidad a nuestra música, que tuviera que ver con nuestro entorno, con nuestras raíces y con las sonoridades de la Patagonia.
RC: Fundamentalmente, se debe a la observación de nuestro entorno, a darnos cuenta de que vivíamos en una zona con características especiales en que la industria, la ciencia y la tecnología no eran urbanas, sino más propias de zonas rurales o remotas. Hablamos de plataformas petrolíferas, buques de investigación científica y bases antárticas. Apreciando eso, ya no era necesario fantasear con temáticas alejadas de nuestra realidad para hacer música electrónica. No estábamos en Sheffield, Manchester o Detroit: estábamos en Magallanes.
EHC: Acaso debido a su lejanía con respecto a la capital del país (Santiago De Chile), Magallanes respira un fuerte sentimiento regionalista, al punto de tener su propia bandera. Es algo parecido a lo que pasa aquí con el departamento de Arequipa. ¿Qué tan en serio se toman esto los lugareños?
HA: Tan en serio como que el viento dobla los árboles y que la vastedad moldea los caracteres. Tanto que, antes que decir “chileno”, decimos “magallánico”.
RC: Interesante el ejemplo que nos das, pues resulta que yo estuve en Arequipa hace unos años. Magallanes es una zona geográficamente aislada del resto del país, rodeada por miles de kilómetros de hielo, montañas y mar. Su clima es más propio de un país nórdico (o “súrdico”) que de uno latinoamericano. Y sólo desde 1843 este territorio es parte de Chile, siendo habitado por pueblos indígenas que durante milenios vivieron en el más completo aislamiento y desarrollaron su propia y original visión del mundo. La posterior inmigración chilena y europea formó un grupo humano distinto al que habita el Valle Central de Chile. Históricamente, el magallánico siempre ha desconfiado del capitalino y protestado por el centralismo de todos los gobiernos. Hubo épocas en que florecieron los movimientos autonomistas. Hoy (19 de enero) acaba de culminar una movilización general contra el gobierno central por el alza del precio de gas, un bien esencial en esta zona que tiene temperaturas bajo cero durante buena parte del calendario. Esto incluyó la paralización completa y toma de caminos, lo que llegó a generar problemas diplomáticos por la cantidad de turistas que quedaron atrapados. Al final, el gobierno tuvo que ceder y sentarse a conversar con la Asamblea Ciudadana de Magallanes, llegándose a un acuerdo. Éste es un hecho histórico, ya que es la primera vez que una región obliga a dialogar al gobierno central de Chile mediante movilizaciones pacíficas. Así que estamos viendo el resurgimiento del regionalismo, uno apoyado por las clases populares y no sólo una fantasía de latifundistas. Tal vez más adelante logremos conquistar la Autonomía, pero eso el tiempo lo dirá...
EHC: Cuéntennos algo sobre la vida cultural de Magallanes. Sabemos que hay congresos de literatura patagónica y festivales exclusivos con grupos electrónicos de la zona.
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RC: La actividad cultural de esta zona es variada, a pesar de no contar siempre con el apoyo de parte de las autoridades y de la empresa privada. La literatura ha dado frutos interesantes tanto en la poesía como en la narrativa, destacando también la abundante producción de libros de historia regional. Aquí siempre se ha cultivado la música de manera particularmente intensa, ya sea a través del folklor, el rock, el hip hop u otros estilos. Aquí cuesta realizar eventos masivos y al aire libre, siempre es un riesgo tocar a cielo abierto en una zona en que los vientos superan fácilmente los 100 kilómetros por hora. Pero a veces logramos hacerlo, de hecho Lluvia Ácida ha tocado ante miles de personas a lo largo de estos años.
EHC: ¿Cuál es el concepto subyacente en los discos Tierra De Espectros y Hotel Kosmos?
HA: Tierra De Espectros es un trabajo de rescate de la memoria espectral patagónica. No creo que Hotel Kosmos tenga un concepto específico. Lo veo más como un disco de canciones.

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RC: Tierra De Espectros fue un disco que combinaba experimentación con un trabajo de campo muy entretenido, que consistió en ir a buscar historias de fantasmas en nuestra ciudad. Y nos encontramos con una interesante galería de personajes y relatos bastante inquietantes. En cambio, Hotel Kosmos (nombre de un antiguo hotel de Punta Arenas) transforma nuestras inquietudes en canciones más accesibles, introduciendo ritmos como el trip hop y el folklor patagónico. Curiosamente, ése fue un disco que no generó mayor recibimiento en su momento, aunque algunos de sus temas han sido valorados con el tiempo.


EHC: Uno podría pensar que Magallanes es una región tan distante y solitaria, que hablar de una tradición oral espectral propia suena inverosímil. Sin embargo, parece ser todo lo contrario. Un ejemplo de ello es “Puzzle Macabro”...
HA: Al momento de comenzar a trabajar en Tierra De Espectros, nos encontramos con una abrumadora cantidad de historias, es más, cada persona tenía algo que contarte. Dejamos muchos relatos fuera. “Puzzle Macabro” es uno de los tracks que más me gustan de ese disco... el relato es impresionante, además nos adentramos en un subgénero que no habíamos tocado en la electrónica, como es el “latinismo”.
RC: Es que justamente la lejanía le da una identidad muy marcada a esta zona, caracterizada por la mezcla entre el inmigrante chilote (oriundo del archipiélago de Chiloé) y los descendientes de croatas, españoles, ingleses, suizos, italianos y franceses que llegaron a estas tierras a hacer una vida nueva. Todos los que llegaron aquí trajeron algo de su propia tradición consigo. Y las historias de fantasmas son el reflejo de los vivos que las cuentan.


EHC: En lo musical, el abanico que explora LLA es ahora más variado. Hay escarceos IDM, pero también toques trip hop. Incluso han firmado un tema drum’n’bass, “El Encuentro”, fechado bastante antes. ¿Cuánto ha crecido su paleta instrumental -equipos, software- desde los comienzos hasta hoy?
HA: ¡Muchísimo! Como decía antes, creo que en estos momentos somos capaces de abordar cualquier género, lo cual nos abre varias opciones de colaboración con otros músicos. En cuanto a equipamiento, ahora poseemos dos estudios y el arsenal necesario para desarrollarnos por un buen tiempo, aunque siempre se adquieren nuevas máquinas... ¡jajaja!
EHC: ¿De dónde conocen a Verónica Gallardo, actriz que participa en los videos de “Magallania”, “Superstición” y “Hotel Kosmos”? Su presencia física y gestualidad dotan de un aura ominosa, cuando no siniestra, a las imágenes que acompañan a esas piezas.
RC: ¡Tengo el placer de contar que Verónica Gallardo es mi esposa! Bueno, aún no lo era hasta 2008. Ella ha actuado en esos videos y en otros, aprovechando su experiencia como actriz de larga data en el teatro local. También ha puesto algunas vocalizaciones en temas nuestros. ¡Definitivamente es parte de nuestra iconografía!


EHC: Héctor, en el 2003 tienes un segundo debut. ¿En qué onda va lo de Polar?
Lluvia Acida-27HA: Polar es mi seudónimo como solista. Tiene que ver con mi interés por el turntablism, el sampling y los beats. En el 2003 sale Sueño Blanco (En 8 Bits), un trabajo donde exploré las posibilidades del sampling a 8 bits con un simple Casio SK-8. En el año que recién ha pasado edité mi segundo disco, llamado Alpha State, bajo la netlabel chilena 001 Records. En esta entrega he seguido indagando en el sampling, pero más avocado al rescate de viejos vinilos con un sonido ligado al synth pop, trip hop, downtempo y dub. Con Polar intento recorrer otras vías dentro de la electrónica que irremediablemente luego fluyen en Lluvia Ácida.
EHC: Antártikos (2005) está dedicado al Continente Blanco, una región del planeta que ustedes consideran como una suerte de “vivero”, un sitio en el que las condiciones de vida que afectarán en el futuro a la Tierra ya se están dando. ¿Podrían ampliarnos el panorama al respecto?
HA: La Antártida es nuestro termómetro natural. Todo lo que afecte a la Antártida determinará el futuro de la Humanidad. El Continente Blanco es un lugar increíble, lo más parecido que tenemos a otro planeta. Las condiciones para la vida son muy extremas y también sensibles. Todos los días se hacen nuevos descubrimientos con respecto a lo necesaria que es su conservación, pero aún así ya existen antecedentes sobre futuros planes de explotación minera y petrolera. Nos encontramos en un punto de inflexión donde la Antártida jugará un gran rol como último bastión de recursos para esta “pirañezca” sociedad.
RC: Siempre nos ha fascinado todo lo relativo a la Antártida. Y ése fue otro de los puntos en común con Héctor. Para nosotros, el Continente Blanco es aventura, esfuerzo, un gigantesco vestigio del pasado remoto y una ventana hacia el futuro de la Humanidad. Así como se pueden ver allí los efectos del cambio climático, también vemos cómo el Hombre usa la tecnología para adaptarse a las condiciones más hostiles imaginables.


EHC: Paralelamente a Antártikos, recuperan y musicalizan el documental Tierras Magallánicas (1933). ¿Bajo qué circunstancias se da esta restauración? ¿Cuán importante ha sido rescatar este testimonio?
RC: Este trabajo nace de la inquietud de Salvatore Cirillo, director del Museo Salesiano Maggiorino Borgatello de Punta Arenas, quien se acerca a nosotros después de vernos tocar. Y fue genial, pues durante años habíamos imaginado cómo sería musicalizar esa película completa, de la que sólo conocíamos los fragmentos más famosos utilizados con frecuencia en la televisión chilena. Hacer este trabajo fue conocer al hombre que durante diez años recorrió y filmó los lugares más indómitos de la Patagonia, el sacerdote y misionero Alberto María De Agostini. Y el resultado nos dejó muy contentos, pues es una fusión casi perfecta de visiones separadas por 80 años de historia: cine mudo de principios del siglo XX combinado con música electrónica de principios del siglo XXI. Tuvimos el privilegio de exhibir esta nueva versión de Tierras Magallánicas ante una gran concurrencia en el mismo teatro en que fue estrenado su metraje original en 1933, además de presentarlo en Santiago.


EHC: En el tramo final del documental Lluvia Ácida: La Dinámica Del Frío, manifestaban que estaban ansiosos por presentarse en la estación chilena Eduardo Frei Montalva de la Antártida. Tenemos entendido que lograron cumplir ese anhelo. ¿Qué tal la experiencia?
HA: ¡Alucinante! ¡Un sueño cumplido!... ¡Llevamos las sonoridades de la Patagonia a su tierra hermana cubierta de hielo!

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RC: ¡Fue la experiencia más emocionante que hemos vivido como proyecto musical, creo yo! Lo más parecido a ir de gira a otro planeta, a una colonia en Marte. El viaje era un objetivo desde 2005, cuando publicamos el Antártikos. Pero sólo en 2007 pudo concretarse. Hicimos un vuelo de cuatro horas desde Punta Arena y aterrizamos en la Isla Rey Jorge, en la base chilena Eduardo Frei. Tuvimos la inmensa suerte de llegar en un día soleado y sin viento, algo muy raro en un lugar como ése. Las bases rusa, china, uruguaya y brasileña están muy cerca, por lo que el ambiente era de lo más cosmopolita. Tocamos en un gimnasio antes unas 50 personas, la mitad de la población de la isla. Y como el disco estaba dedicado a la historia del Continente Blanco, la conexión con el público fue especial, pues cada una de esas personas se sintió objeto de un homenaje y reconocida por su trabajo en el medio más hostil del orbe. Dicen que nadie que conoce la Antártida es la misma persona después de haberla visitado. Nosotros ya no fuimos la misma banda después de haber tocado allí...


EHC: Estas producciones audiovisuales -el documental, los videos- hablan claramente de un profundo interés por ese campo de acción. También han hecho cortometrajes, algunos de los cuales han sido condensados para servir de videos.
RC: Es que para nosotros Lluvia Ácida es más que una banda, es un concepto estético integral que hemos desarrollado durante años. De hecho la mayor parte de nuestras presentaciones van acompañadas de imágenes que cuentan una historia o generan una sensación de manera paralela a la música que está sonando. Por mi parte, soy periodista de profesión y he aprovechado mi formación en el campo audiovisual para ampliar nuestro campo expresivo. Tanto en nuestros videos como en los cortometrajes está impreso nuestro imaginario. También se ha usado nuestra música en una buena cantidad de documentales, reportajes y cortos que hablan de la Patagonia, lo cual prueba que nuestra música, siendo de raíz electrónica, es evocativa de nuestro medio ambiente.
EHC: Como su nombre lo indica, Elemental (1996-2006) celebra los diez años de discografía de Lluvia Ácida. Tras este lanzamiento, la mirada vuelve nuevamente a los orígenes (Audioficciones se erige sobre relatos de la literatura chilena fantástica y de ciencia ficción). Pero además, se empieza a editar directamente por Internet. La Idea (Canto A La Federación Obrera De Magallanes) (2007) es el primer disco que publican bajo la modalidad de free download. ¿Por qué apostar por este medio difusor en este punto concreto de su carrera?

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HA: Porque no hacemos música por lucro y porque creemos que Internet es una excelente plataforma para mostrar nuestro trabajo frente al alicaído formato físico. Aunque aún seguimos editando discos en pequeñas cantidades para los coleccionistas.
RC: Publicar “on line” es parte de una evolución por la que han pasado miles de músicos, pero en nuestro caso también tiene que ver con nuestra situación particular. Por nuestra posición geográfica, y por la misma traba mental que tienen tanto los santiaguinos como los provincianos, no resulta fácil dar a conocer nuestra propuesta más allá de las fronteras magallánicas. Así que saltar al ciberespacio es ponerse por encima del territorio físico y nosotros somos la prueba de eso.


EHC: ¿Entonces existe una edición física de La Idea... y de discos posteriores?
HA: Sí, existen ediciones físicas de todos los discos, aunque muchos están agotados.
RC: Sí, los discos La Idea... (2007) y Kuluana (2009) también fueron editados en formato CD. ¡Pero ya no con la ilusión de venderlos todos y ganar mucho dinero! Es más para satisfacer el afán coleccionista de algunos y dejar dando vueltas algo que dura más que los archivos en un computador.
EHC: ¿Hay alguna razón por la que los downloads están pauteados desde la web de la netlabel chilena Pueblo Nuevo en lugar de desde la web del dúo?
HA: Tenemos una fuerte hermandad con Pueblo Nuevo, compartimos los mismos gustos por el rescate de sonoridades ancestrales. Nos parece que nuestra música encaja perfectamente con el slogan “música chilena de raíz electrónica”, aunque en algún momento Lluvia Acida/Eolo editará desde su web.

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RC: Es sencillo. Una alianza con la netlabel más destacada de Chile era más constructiva que poner discos en nuestra web que muy poca gente bajaría. Y ha funcionado, pues, por ejemplo, el disco La Idea... ya lleva más de 9000 descargas. Eso nosotros no lo hubiésemos conseguido solos. Además, ha sido humanamente muy gratificante pertenecer a una comunidad de músicos tan rica y diversa como la de Pueblo Nuevo. La base de esta relación es la amistad que tenemos con Mika Martini (director de la netlabel) y el resto de sus integrantes, con quienes hemos compartido memorables jornadas tanto en Santiago como en Magallanes.
EHC: En la práctica, Kuluana (2009) está dedicado al pueblo yagán, que habita el territorio más austral de Sudamérica. La señora Úrsula Calderón, anciana perteneciente a esa cultura, había grabado en el 2001 algunas tradiciones orales de su etnia. ¿Cómo nace la idea de repescar esos registros aquí?

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RC: Sucede que en el 2001 la familia de Úrsula Calderón me pide ayuda para registrar su voz. Esto lo hicimos dos años antes de su fallecimiento (2003) y fue un punto de inflexión en la trayectoria de Lluvia Ácida, porque vimos que no sólo la tecnología y la ciencia ficción distópica podían inspirarnos. Aquí mismo, en nuestro propio suelo, había vivido gente que configuró toda una cosmogonía, a veces luminosa, otras veces muy siniestra. Durante años ayudé a la familia a hacer copias artesanales de este registro, pero siempre existió la idea de hacer algo más con eso. A fines de 2009 logramos publicar Kuluana, que combina nuestra música con esas voces. Pudimos presentarlo en Punta Arenas, Santiago y Valparaíso y la recepción fue muy buena. Pero la verdadera culminación de esta experiencia la vivimos en septiembre pasado, cuando fuimos a presentar el disco, acompañados por Mika Martini (co-productor del Kuluana), a la isla Navarino. Allí, en el antiguo territorio yagán, presentamos este trabajo a los descendientes de este pueblo y fue acogido con emoción. Hace muy poco acabamos de editar un documental que recoge esa experiencia.


EHC: ¿Música Para Las Pampas es un disco, digamos, “conceptual”, o se trata de una selección de temas con un perfil “ad hoc” para degustar en las rutas terrestres de viaje patagónicas?
HA: El concepto era el rescate de los clásicos del folklor patagónico.
RC: Música Para Las Pampas fue publicado en el 2009 por 001 Records y recoge la idea de releer temas clásicos del folklor magallánico. La idea no era copiarlos, sino mutarlos. De alguna manera, demostramos que esa música, que a primera vista parece anquilosada, puede dar origen a manifestaciones musicales más arriesgadas y actuales. ¡Y el título claramente es una cita un poco irónica al Music For The Masses (Mute, 1987) de Depeche Mode!

Lluvia Acida-24

EHC: Con casi 15 años a cuestas, ¿qué perspectivas tienen a futuro? ¿Qué caminos quedan por explorar?
HA: ¡Ufff! ¡Muchísimos! ¡Aún no pierdo esas ganas de aventura, experimentación e investigación, y frente a estos deseos los caminos son infinitos como las rutas de la Patagonia!
RC: Siempre hay nuevos caminos. Uno se los va topando de manera espontánea. Ahora mismo se está preparando la edición de dos discos: uno con la música incidental de un documental sobre la etnia Selk’ nam de Tierra Del Fuego y su alucinante misticismo, y otro con música inspirada en una novela gráfica llamada Policía Del Karma, de Jorge Baradit, que podría describirse como un thriller “ciberchamanista”. Así que de a poco nos hemos ido convirtiendo en un proyecto musical que habla no sólo a sus coterráneos, sino a todo aquel que se interese en las temáticas que tocamos, dentro y fuera de Chile.
EHC: ¿Qué contactos han establecido con músicos de otras regiones de su país, y con músicos de otras latitudes, aparte de Perú?
Lluvia Acida-30RC: A pesar de vivir lejos de los grandes centros de producción musical, siempre nos hemos preocupado de contactarnos con otros colegas. Y esa expectación ha dejado un producto concreto: un disco de colaboraciones, remixes y versiones llamado Cruce De Caminos (Pueblo Nuevo, 2010). Este trabajo celebra nuestros 15 años de historia y tiene a 27 bandas y solistas invitados, de estilos que van desde el pop hasta el ruidismo. No es un “disco tributo” (sonaría realmente estúpido llamarlo así), más bien es el resultado de nuestra interacción con mucha gente que en algún momento se sintió tocada por nuestra música y con la que compartimos nuestro imaginario. Es el testimonio definitivo de que vivir en el Fin del Mundo no significa estar aislados, y que una banda no necesita renunciar a las temáticas locales para ser comprendida y apreciada fuera de su tierra. Nosotros hemos sido incluidos en compilados o programas radiales en Inglaterra, España, Perú, México, Argentina, Puerto Rico y Chile; así que debemos tener algo que nos salva de ser un producto meramente localista.
EHC: ¿Se podría decir que han hecho escuela en Chile? ¿O en Magallanes?
HA: ¡En Magallanes, definitivamente!
RC: Puede ser, pero creo nosotros no somos los que debemos declararlo. Eso lo dirán otros y se verá con el tiempo. Sólo podemos decir que lo que hemos hecho ha sido siguiendo siempre nuestras propias convicciones y gustos, no siguiendo jamás ninguna moda ni tendencia “del mercado”. Nunca hicimos lo que otros hicieron sólo porque era el camino correcto hacia “el éxito”. Mejor dicho, hemos luchado por materializar nuestra propia definición de “éxito”. Y en nuestro caso, el permanecer y dejar una obra ha sido siempre el verdadero objetivo.
EHC: ¿Palabras finales, por favor?
HA: Solamente agradecer a vuestro blog esta entrevista y enviar un saludo a todos los hermanos del Perú que alguna vez se han interesado por nuestra música. ¡Ojalá algún día podamos ir hasta allá y compartir con ellos!
RC: Gracias por esta entrevista. Sinceramente, esperamos tocar algún día en el Perú. Sabemos que allá hay personas que nos conocen y aprecian, y sería de verdad genial tener un contacto personal con ellos. No es imposible, ¡estamos seguros!
Hákim de Merv

Elemental (1996-2006)                                                                                                 (Eolo, 2006)
(AUDIO)
Haciendo un recuento rápido de los azares y fortunas que este par sureño ha debido encarar en su primera década de existencia, no deja de ser admirable -y perfectamente comprensible- que la efeméride se celebrara con este jugoso panorámico. Después de todo, no es sencillo no sólo dedicarse a una actividad que muchos describirían como “suntuaria” en un medio ambiente tan severo como el magallánico, sino además sacarla adelante y fortalecerla. Doble,  mérito,  entonces -o mejor aún, triple, como este esfuerzo.

Lluvia Acida-12
El segmento “sonoro” de este Elemental... es un destacable muestrario de la evolución que Lluvia Ácida ha experimentado desde su inicio de operaciones hasta su consolidación como ícono cultural ineludible de Magallanes -consolidación rubricada por la restauración del film documental Tierras Magallánicas. Dicho muestrario descubre muchas caras -trip hop en “Hotel Kosmos”, IDM a lo Speedy J en el inédito “Meridión”, jungle en “El Encuentro” (grabada en vivo en 1998)-, pero también revela una impronta que todos los temas de la antología comparten: una proteica matriz electrónica de viejo cuño techno, que deviene en senescente sin extinguirse por completo conforme corre el laser sobre el track list cronológicamente dispuesto.

Filias, obsesiones, gustos y repulsas: en Elemental... pueden encontrarse todas aquellas instancias que definen los linderos de las personalidades involucradas en este trajinar sin fin. Allí están los guiños a aquellos lugares que les han visto crecer y madurar -“Cerro De La Cruz”, “Hotel Kosmos”, “Transpatagonia”. Allí, también, los números en los que dan rienda suelta a su pasión por la misteriosa Antártida (“Tierras Magallánicas”, “Año Polar Internacional”, “Endurance”). Allí, finalmente, los pavorosos relatos de “Puzzle Macabro” y “Puesto del Diablo”, y el frikeante instrumental “Superstición”. Como para que nadie diga que es recién con La Idea: Canto A La Federación Obrera De Magallanes (2007) que Cheuquelaf y Aguilar decidieron abrazar los mosaicos tradicionales de la querencia (marcándose así una nueva etapa en su historia conjunta, bla, bla, bla...).


Acaso el único hándicap del recopilatorio sería la escasa presencia de material de la primera etapa -apenas “Sol Verde” y “Alto Secreto”. Hándicap relativo, quiero decir: en el CD son ciertamente visibles estos nichos, pero, haciendo la inevitable comparación, notamos que, mientras este esférico tiene un listado específico...

Hákim de Merv

(VIDEO)
... el de su generosa contraparte en DVD no es exactamente el mismo. Es ese grado de diferencia/separación el que cubre los vacíos y magnifica los dos siguientes tercios de la entrega.

Lluvia Acida-28
El segmento “visual” de este Elemental... se compone de dos tomos: uno con videos producidos entre 1998 y 2005, y otro con un documental titulado Lluvia Ácida: La Dinámica Del Frío. En las primeras imágenes de éste -dirigido por Rafael Cheuquelaf-, la cámara recorre parte de la gélida región de Magallanes en la que se asienta el grupo. Un navío se abre paso entre los bloques de hielo que flotan en el mar, mientras la música aparece con sus acordes electrónicos para enmarcar un área en que conviven ferozmente la naturaleza y la industria -una zona en la que esta última empieza a imponerse: el inerte cuerpo de un ave, cercano a la orilla desde donde se divisa una factoría, hace que reparemos con sutileza en este aspecto.

Lo que viene luego, la historia de la banda contada por sus integrantes, a pesar de ser convencional en este tipo de documentales en que se recorre la trayectoria de un grupo o movimiento; no deja de ser interesante. Es así por el espíritu insular de Lluvia Ácida, que aparece como la respuesta lógica a un medio plagado de contradicciones: un clima hostil de entornos de postal, una contaminación producida por fábricas que sin duda se encargan de sostener la economía y la vida de la ciudad... Es por eso que no sorprende su herencia industrial, como tampoco sorprende su mirada sombría -así como su gusto por el horror y la melancolía. Esto se hace más evidente en los videos realizados para sus producciones Recolonización (1996-1999), Magallania, Tierra De Espectros y Hotel Kosmos; incluidos en el volumen de videos. Destaco sobre lo visto los siguientes trabajos, sin orden de preferencia:

- “Erebus” (Dir. Héctor Aguilar): Los glaciales magallánicos aparecen lejos de cualquier romanticismo o del mero registro paisajístico. Todo lo contrario. La cámara capta esa calma y paz milenaria, pero la música nos advierte sobre su naturaleza perecedera, de fin de una época. Así, el deshelar de estos grandes muros encuentra, en la distorsión de la fotografía -producto del contraste y saturación de los colores originales-, la pertinente atmósfera mortuoria, aunque de tonos fosforescentes. Son los tonos de estos nuevos tiempos.

- “La Voz Del Viento” (Dir. Rafael Cheuquelaf): El horror abordado por Lluvia Ácida no se limita al miedo por el miedo. Está vinculado a la identificación con lo marginal, con la melancolía de la extrañeza. En ese sentido, sus videos resultan efectivos en la perturbación. El protagonista aquí es un joven que, animado por el paisaje, fascinado con ese ambiente de pesada niebla que pareciera corroer a los objetos; se ha dispuesto a fotografiar lo que encuentra a su paso. Su exploración lo llevará a ingresar a un barco abandonado, invadido por el óxido; sin embargo, pronto se topará con una presencia masculina de ojos inquisidores. Coros y un órgano de iglesia son el telón de fondo para el encuentro de estos solitarios que se miran con curiosidad, entre incrédulos y sorprendidos, pero no atemorizados (el caso del muchacho) o con la intención de asociarse con lo maligno (el hombre del barco). Incluso, podríamos llegar a pensar que no existe, de parte del ¿espectro?, una clara conciencia de su condición (cf. el irreal episodio “Encuentro Nocturno” de las Crónicas Marcianas de Bradbury).


- “Magallania” (Dir. Rafael Cheuquelaf): Cubierto de pies a cabeza con prendas de color negro, un hombre, protegido por una máscara de oxígeno, contradice la belleza del paraje en que se encuentra. Un lugar de aire viciado y mortal, en el que vaga este probable único sobreviviente, que, como tal, no puede escapar de la nostalgia, de su lazo con un mundo quizás ya inexistente. Este lazo íntimo, y además inquebrantable, es la música. Por eso se entiende que los instrumentos o aparatos que la reproducen tengan una presencia fundamental (el órgano electrónico hallado en una orilla, el sencillo walkman que porta el protagonista), puesto que también constituyen un vehículo de fe: la imagen del hombre, colocando unos audífonos a un maniquí mutilado para inyectarle vida, apunta a esa premisa.

Como ser humano que no ha abandonado la esperanza, el personaje de “Magallania” puede arriesgarlo todo para acabar con la soledad. Es así que, ante la aparición de una compañera, es capaz de adentrarse en la toxicidad reinante. Una apuesta por el amor, cuyo resultado se avizora tan incierto como fatal.

- “Puesto Del Diablo” (Dir. Leonardo Medel, Rafael Cheuquelaf y Héctor Aguilar): Al igual que “La Voz Del Viento”, este video pertenece a una canción del álbum Tierra De Espectros, que se concentra en aquellas historias de terror y fantasmas conservadas por la tradición oral de la Patagonia chilena. Ello queda claro en este track, en el que la música cede el protagonismo a la voz de un poblador -Héctor Aguilar padre, a la sazón-narrando uno de tales cuentos.

La apuesta que hicieron los directores en este trabajo es interesante: optaron por no acompañar la historia con imágenes que pudieran difuminar el misterio de la propia elucubración del espectador. Más bien, se encargaron de incrementar el desasosiego con vistas del dúo en un paraje desolado que remite al título del disco, y que, con el uso del blanco y negro, consigue un efecto suficientemente inquietante.


Leny Fernández

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ENLACES RECOMENDADOS
http://www.lluviaacida.cl/ (en Lluvia Ácida)
http://www.pueblonuevo.cl/pn_site/index.htm (en Pueblo Nuevo).
http://cancionerodelapatagonia.cl/cancionero/L%20ARTISTAS/lluvia%20acida.html (en Cancionero De La Patagonia).
http://www.myspace.com/lluviaacidapatagonia (en MySpace).
http://hexagonocarmesi.blogspot.com/2010/10/el-infierno-congelado-o-casi-infamia.html (aquí mismo).
http://tribudepluton.blogspot.com/search?q=Lluvia+Acida (en Tribu De Plutón).
http://www.literaturaprospectiva.com/?p=1722 (en Literatura Prospectiva).
http://puerto-de-escape.cl/2010/%E2%80%9Caudioficciones%E2%80%9D-el-soundtrack-de-la-ciencia-ficcion-en-chile/ (en Beta: Puerto De Escape).
http://www.youtube.com/watch?v=MpTM-TbUQSM (en YouTube).

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