BELLE AND SEBASTIAN: CANCIONES DE INOCENCIA Y EXPERIENCIA

5 de octubre de 2011

 

If You’re Feeling Sinister                                                                                               (Jeepster, 1996)

Belle And Sebastian-01

Sé que, a estas alturas, la referencia es más que obvia, pero de todas maneras sigue siendo significativa: Rob Gordon y su cumpa Dick están haciendo su aburrido inventario del día en Championship Vinyl, cuando irrumpe la obesa figura de Barry para, casi asqueado, interrumpir el audio que sonaba en la tienda. “¿Qué mierda es eso?”, pregunta. “Algo que queremos ignorar”, fue más o menos la desidiosa respuesta de Rob. Esa mierda que sonaba, eso que daba lo mismo si escuchaban o no, era Belle And Sebastian.

De hecho, cuando llega a mí High Fidelity (en este caso, la película), sobre todo esta escena en particular, me trajo el recuerdo de mi primer acercamiento al combo escocés. Para quien previamente se había venido sometiendo a actos más “vibrantes”, el toparse con la calma casi enervante de su forma de hacer pop fue algo que demandó no poco esfuerzo. Ya no recuerdo si If You're Feeling Sinister fue el primer disco que les escuché. Seguramente. Pero sí lo consideraría como el necesario punto de partida (más que el verdadero debut, Tigermilk) si se trata de cogerle la viada a la banda.

Belle And Sebastian-04

Tras someterme, mi primera impresión fue ésa: esta música me “servirá” para bajar las revoluciones. Los 40 minutos de If You're Feeling Sinister ponen a prueba tus prejuicios sobre los alcances del pop en un mundo que se entregaba (en esa época) a las fauces de la inmediatez y lo mediático. Aquí BAS no reinventa el pop, sino que lo devuelve, desde un plano personalísimo y exageradamente hermético (por obra y poca gracia de su factótum Stuart Murdoch, fan a morir de Felt y BMX Bandits), a sus niveles más elementales, dentro de su tácita complejidad instrumental. La banda nace como un proyecto universitario (2 discos, como máximo, y se acaba), con lanzamientos autoproducidos (encima, pensando en el vinilo como soporte), cuasi artesanal, escasas copias, y cero publicidad.

If You're Feeling Sinister también representa un cambio de sensibilidad. No sólo porque le da el tiro de gracia al rock alternativo que sonaba en radio y TV (una onda expansiva que afectó tanto al grunge como al brit pop de catálogo), sino también porque rescata lo intrincado -que no necesariamente virtuoso- de hacer música con elementos propios de la música orquestal, para realzar las texturas de sus composiciones -esto es trombones, cornetas, violines, cellos; sumado a un cuidado trabajo de armonías vocales. Belle And Sebastian es el rescate de un pop que se creía desfasado y que apunta toda su nostalgia hacia los 60s, ensalzando el recuerdo del inmortal Nick Drake. IYFS es un disco atemporal, introspectivo, pensado en sepia, de letras inteligentes y al mismo tiempo inteligibles; que toma referentes de la literatura y del cine, y que pavimentaría mucho de ese pop que se escuchara de ahí en adelante.

Cuando “The Stars Of Track And Field” le da inicio a la placa, parece que hay que subirle el volumen al máximo, hasta que la canción coge vuelo y sirve como la mejor carta de presentación para un disco que, si bien es cierto en algún momento provoca que aterrice de una vez, tiene un nivel óptimo de satisfacción. Aquí los instrumentos poco a poco, comenzando con la voz y guitarra de Murdoch, toman sus posiciones y marcan su territorio. Es la instantánea perfecta de la decena de canciones que dibuja esta jornada. “Seeing Other People” sigue la ruta, marcada por un piano delicado, con letras sacadas de la vida misma, que serán la constante. Un inicio redondo, impecable.

“Me And The Major” ingresa con un ritmo galopante desde el vamos, manteniendo ese ambiente calmo pero que al mismo tiempo no le impide sacarte una sonrisa, algo propio de un teclado que cumple bien su función de fiel acompañante y sabio arreglista, seguramente (esto a pesar de que no soy fan de la armónica, pero aquí hace un buen trabajo). Ya con el cuarto número de la placa es que pasamos de algo muy bueno a algo mucho mejor: “Like Dylan In The Movies”, con una estructura lindando en la perfección y voces que no son más que las del propio Stuart únicamente, haciendo gala de una armonización conmovedora. Los instrumentos enhebran la que es quizás la mejor canción de la placa, guitarras, teclados, cellos (cuando todavía Isobell Campbell hacía de las suyas con nuestros suspiros), trompetas y voces, en ideal complemento para sacar adelante un tema imprescindible de hace década y media.

Los sentimientos encontrados te invaden cuando “The Fox In The Snow” llega al reproductor. Hermosamente triste, tristemente hermosa, cómo decirlo. Su delicadeza y ternura, que se empata con todo lo ya escuchado hasta el momento, te reconforta, y Murdoch sabe ser compasivo y estimulante, pero también muy cínico, siguiendo la línea de “We Rule The School” del Tigermilk, aunque con ese giro de muñeca que le vuelve una genialidad imprescindible. “Get Me Away From Here, I’m Dying” transita igualmente un derrotero ya recorrido: “I Don’t Love Anyone” (también de Tigermilk). Letras que resultan agradables, más por un ánimo de autodepreciación, pero con una sinceridad que se agradece: “Said The Hero In The Story, It Is Mightier Than Swords, I Could Kill You Sure, But I Could Only Make You Cry With These Words”.

If You’re Feeling Sinister, Go Off And See A Minister, Hell Try In Vain To Take Away The Pain Of Being A Hopeless Unbeliever”, proclama el tema autotitulado de esta entrega. Si en el anterior track el relato en primera persona de Murdoch, que hace buenas migas con un niño sacado de una lectura de ficción, desemboca en una suerte de exorcismo de su desesperación y busca consuelo en los libros (el pretexto ideal para escribir música); aquí retrata a varios personajes que deben resolver cada uno sus asuntos personales. Por fin alguien con consciencia propia sobre su labor de compositor en la escena pop: “Nobody Writes Them Like They Used To/So It May As Well Be Me”.

Pocos imaginábamos que, en 1996, un artefacto indie tan apasionado y desafiante en su estilo, de grandiosa estructura, y prácticamente impenetrable en su interior; se hiciera de un espacio en la música siendo más cómplice del silencio mediático que del juego de dimes y diretes de la prensa musical. El disco está ahí, esperando por ti para ser descubierto y nunca más abandonarlo. Es muy probable que esto suceda, más aún cuando evoca un tiempo, en los albores de la era de Internet, cuando todavía era posible que la música pop perfecta mantuviera una apariencia de auténtico misterio. Pero sobre todo, que sonara tan pero tan bien.

Cristhian Manzanares

ESCUCHA EL IF YOU’RE FEELING SINISTER AQUÍ

ENLACES RECOMENDADOS

http://es.wikipedia.org/wiki/If_You're_Feeling_Sinister (en Wikipedia).

http://www.discogs.com/artist/Belle+%26+Sebastian?anv=Belle+And+Sebastian (en Discogs).

http://dothedodo.blogspot.com/2011/06/belle-and-sebastian-if-youre-feeling.html (en Do The Dodo).

http://www.elindienoexiste.com/2009/05/belle-and-sebastian-if-youre-feeling.html (en El Indie No Existe... Son Los Padres).

http://www.elindienoexiste.com/2009/05/belle-and-sebastian-if-youre-feeling.html (en Helecho Bioluminiscente).

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